Breves Reflexiones del Amor y las Escaleras Mecanicas

En una charla de madrugada, reflexionaba lo siguiente, que cuando unos está con alguien es como estar subido en una escalera mecánica, si bien todo tiene un ritmo lógico, (el tiempo propio de la escalera que podríamos llamarlo... “días”) uno tiene la libertad de acelerar o frenar la marcha, si quiere puede subir corriendo, a la vez siente ese doble vértigo que lo atrae, pero sabe que hay muchas probabilidades de que por el atolondramiento se pegue un porrazo, también puede pensar que no esta seguro hacia donde lo conduce esta escalera y entonces ir bajando los escalones y mantenerse siempre en el mismo lugar, aunque menos doloroso que un porrazo, es mucho más frustrante creo yo, aunque no tan frustrante como aquellos que se encuentran anulados por el miedo, y sólo te acompañan hasta el pie de la escalera, pero nunca se animan a subir, se quedan mirando desde abajo como se alejan de alguien con quien les hubiese gustado al menos viajar hasta el primer descanso. Porque eso si, hay pequeños descansos en el medio de la escalera, momentos en los que uno se plantea si quiere o no llegar hasta el próximo descanso. Y a sabiendas de que ambos pueden desertar en el descanso siguiente. Es exactamente eso, lo que lo hace tan intenso.
Me parece interesante observar el comportamiento masculino en las escaleras mecánicas, bajo esta perspectiva, puede que nos de una breve impresión de cómo encaran sus vínculos afectivos. Por ejemplo hay muchachos que se manotean la cuestión durante “el viaje”, otros que no paran de mirar el culo del que va adelante, otros que despreocupadamente silvan y esperan llegar, otros que no les importa nada y pisotean a troche y moche total de arribar su viaje, algunos pocos, que son amables y caballeros, otros que apenas suben se obsesionan porque tienen que bajar y tienen miedo de caerse, que se yo...
Yo se que estarán pensando que me fumé el tulipán, y que ahora hago “escaleromecanicología” pero piensen si no tengo algo de razón, no voy a arriesgar un axioma del comportamiento humano, pero...por lo menos yo ahora cada vez que me suba a una escalera mecánica voy a meditar que es lo que inconscientemente hago...aunque estoy segura que ya lo sé.