Fucking tzuz !

Al principio no sabía si debía hablar de esto... pero después pensé: ¿cuántas personas tienen la oportunidad de presenciar como sale volando un diente del profesor de inglés y aterriza arriba del cuaderno? ¿Cuántas? 25? 50? 100? Con suerte-
Bueno, yo soy una afortunada de los infortunios!
Ándeme yo en clase, cuando de golpe veo que el teacher hace una mueca extraña, mezcla perfecta entre la sorpresa que refleja la cara de una vieja que cruza mal la calle y el ceño fruncido del conductor que saca medio cuerpo por la ventana y furioso le grita: "Cruzá bien, vieja la concha de tu madre"!!
Esa misma mezcla de sensaciones fue la que reflejó aquel rostro apaleado, producto del alcohol y el cigarrillo desmedido, de noches heladas en pubs londinenses, de señoritas que reducen su caudal de amor intermitente a todo lo que quepa en una hora o si alcanza el dinero y la borrachera no acompaña, tal vez dos.
El pasado deja su marca, los excesos también lo hacen, y ni que hablar del hueco que quedo esa mañana en su boca, y la marca que dejo el diente volador en el cuaderno del pobre teacher.
El pobre viéndose sin otra posibilidad más que la verdad, decidió decir " I´m zorry, I have lozt my tuz " ( "lo lamento, perdí un diente" – pero zezeando) y viendo graciosamente como la puntita de la lengua se asomaba por la ventanita que se había generado en su encía.
El alumnado, se quedó perplejo, algunos conteniendo las ganas de reír, otros sufriendo la famosa vergüenza ajena, y Sergio, el abogado, repasaba mentalmente si hacerle o no un juicio al Instituto por el strees post- traumático, el daño moral y el menoscabo a su derecho de aprender, que la voladura del incisivo superior le causaba. Graciela, se sensibilizaba ante la situación, y hacía pucherito, el mismo pucherito que supo hacer durante el Test de mitad de año, mientras sollozaba y decía: "uiiii pero es muy difícil, uju uju uju " Debo explicar aquí que Graciela tiene 42 años, es soltera, pero muy muy servil, y tiene ganas de servirle a Sergio y que el finalmente le diga: Gracias Graciela.
Yo ante tamaña situación, aguanté las ganas de reír desaforadamente, y ante la primer pelotudez que se dijo, liberé una carcajada desbocada, y me guardé el resto para después de la clase. El pibito que estudia marketing, comete abuso en el uso del gel, seguramente llega tarde porque se debe quedar patinando en el enchastre de su propio baño, hecho con Lord Cheseline y crema para peinar, tiene un hombro que se le sale de lugar y hay veces que se nota que viene trasnochado y un con los ojos blindados de duro que está, y la estudiante de letras con cara de culo reversible y múltiple hebillas pequeñas que sostienen los 52 pelos que le quedan largos, (el resto lo tiene afeitado) también estaban callados y aguantando las ganas de largar una carcajada.
Y en ese ambiente se desarrollo la clase, o mejor dicho "ze dezarrollo la claze." Todoz noz fuimos zezeando pronunziando como el carajo, y con una buena historia que zubir al blog.