La Historia del Dandy del barro.
Y resulta que un día, luego de mantener un perfil muy bajo, luego de ni siquiera hacer un ruido con la silla, luego de hacernos creer que no existía por un silencioso periodo de 3 o 4 meses, el pasante del costado de la impresora emitió sus primeras palabras: “¡que caranchos pasa con esto!” EH???
¡Que insulso de mierda! ¡Que injusticia! 4 meses asumiendo o que era muy timido o muy pelotudo o quizas mudo … pero para escuchar semejante puteada a medias prefería que siga callado.
Igualmente, se logró percibir una suerte de tonadita melodiosa en su voz, algo asi como ese tenue quebranto que denota un origen humilde, como decirlo… la típica tonadita de "la corriente clasista y combativa" que medio se queja y medio grita: “no peguée Yenifeer”.
Con esa puteada de mala muerte y muy de a poco, comenzó a interactuar lentamente con el grupo de alrededor, con una sonrisita tímida y un saco de lana color manteca con cierre de metal hasta arriba, casi escapando de la prenda, ordinario como canapé de polenta.
El lunes siguiente ya susurraba alguno que otro saludo personalizado, más adelante fue tomando confianza, incluso de a poco hasta lograba emitir alguna opinión respecto de temas poco trascendentes como el clima y los subtes, de forma empática y acomodaticia, digna de un vendedor de telefonía móvil.
Así transcurrieron las mañanas de 9 a 15, ya que sólo trabajaba 6 horas, y fue tomando confianza, cada vez más y más y más… y MÁS! Y casi como un paralelismo real con el afamado y (asqueroso) libro del amigo Kafka, “La metamorfosis”, el cretino en cuestión pasó de ser un ignoto con barro en los zapatos y un abono del Roca diesel en el bolsillo, a ser un personaje más querible y afamado que la enana que baila con Tinelli.
Si señores, la tenía atada con una piola, falto poco para que un día entrara bailando para atrás, haciendo el paso de “caminante lunar” del verdinegro posteriormente blanquiverde y actualmente verdinegro Michael Jackson, mientras contaba a viva y quebrantada voz, sus aventuras en el boliche donde es habitué: “Joana Bailable” maaaamiiiita!!!
Y contó que “si, me la besé” a no se que esperpento desdentado de 45 años -él tiene apenas 21- y que luego de tomarse el 748 ramal 3 –por Av. La Totora Ex 65- y viajar 1hora 45 minutos, llegaron a la casa de ella, pasaron por un despacho de pan, compraron el Diario Popular y tomaron mate con facturas con los hijos y el marido de la hijastra que seguro no pasaba de los 14 años.
En fin… historias de este tipo constituyeron el ritual de los lunes, y este sujeto cobró relevancia exponencial.
A partir de ahí, se constituyó como en un Patriarca del garche fácil, contando sus aventuras a pequeñuelos y no tanto, que nada conocían del submundo que él frecuentaba, los oyentes eran oriundos de Belgrano, Palermo, Devoto y uno del interior de la pcia de Buenos Aires, lo más cerca que estuvieron de una bailanta, fue una madrugada que fueron a cenar a Sunset y se cruzaron en puerta del baño a la Tota Santillán.
Y así, con tan poco, paso de ser un triste holograma de oficina a ergirse la figura de un Dandy del barro, un autentico “caza cuises” de sábados por la noche, que por seguro, tendrá una historía chorreando de cosmeticos perlados y boletos del colectivo de tres cifras, para contarnos el lunes que viene.
Salud y sudor con "briyo"!
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